Condenan a 12 años de prisión a dos sujetos que encabezaron un millonario asalto a un tour de compras

Hoy, jueves 24 de abril, se realizó una audiencia para celebrar un convenio de juicio abreviado pactado entre el Ministerio Fiscal y la defensa técnica de ambos imputados. El titular de la UFI, Diego Hevia, oralizó el convenio y luego de exponer las numerosas pruebas en su contra, solicitó que se condene a ambos imputados por el delito de asociación ilícita en calidad de miembros y por el delito de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por ser cometido en despoblado y en banda, a la pena de 12 años de prisión de cumplimiento efectivo.

“En primer lugar debemos tener en cuenta enorme gravedad de los hechos por los que vienen procesados los imputados, la gran cantidad de víctimas que sufrieron las consecuencias de su accionar, la suma millonaria de la que se apoderaron, la violencia con la que operaron utilizando armas de fuego, la forma en que se organizaron, la manera en que planeaban los hechos, entre las múltiples circunstancias de gravedad que reviste la acción de los incoados de mención.”, destacó el investigador del Ministerio Fiscal, y agregó : ”El accionar de la asociación estaba tan aceitado que incluso seleccionaron los objetivos, entre ellos, colectivos, las personas que participarían en los hechos distribuyéndose los roles que tomaría cada miembro, planificando el modo en que llevarían a cabo los ilícitos, por lo que este tipo de delito, además de ser grave es sumamente complejo y peligroso, por tratarse de una actividad organizada y efectiva”.

La jueza actuante, luego de tomar un cuarto intermedio para analizar las evidencias presentadas por el Ministerio Publico Fiscal, homologó el convenio en su totalidad.

El hecho endilgado
 
El día  27 de agosto de 2024 un grupo de personas viajaba en un micro de larga distancia, con destino a la ciudad de Aguas Blancas, Salta, en un tour de compras que salió de la terminal de Termas de Río Hondo, a horas 22:00. Aproximadamente a hora 00:30, llegando a la entrada de El Cadillal sobre Ruta Nacional 9, cerca del control policial de Tapia, dos pasajeros que viajaban en el interior del colectivo actuando de manera conjunta y coordinada exigieron al chofer del colectivo que detuviera la marcha, aduciendo que un familiar se había accidentado en la ruta.

Fue allí que el chófer del colectivo alertó que estaba siendo perseguido por un automóvil, por lo que se negó a detener el rodado. Ante ello, los sujetos sacaron de entre sus ropas armas de fuego, siendo una, tipo revólver, con la cual efectuaron múltiples disparos, obligando al conductor a disminuir la velocidad para facilitar el abordaje de tres sujetos más al colectivo.

En esa circunstancia, este grupo de delincuentes, ingresó al colectivo, actuando de manera conjunta y coordinada, valiéndose de armas de fuego, empezaron a exigir a los pasajeros la entrega de sus pertenencias. Todo ello, a sabiendas de que otro sujeto los aguardaba, también conforme al plan original y pre acordado, en el domicilio ubicado en calle Roca Este y Álvarez Condarco a los fines de reunirse luego del ilícito y repartir el botín millonario.

El modus operandi

Aproximadamente desde el año 2024 y hasta el mes de enero del año 2025, dentro del territorio de nuestra Provincia de Tucumán y en diversas jurisdicciones, los imputados de 42 y 33 años, junto a otros sujetos no identificados aun, previo acuerdo de voluntades, división de tareas y de roles asignados a cada uno, desempeñándose el imputado de 33 años, como jefe y el resto como miembros de la organización, fue que en forma habitual, permanente, reiterada y sistemática se asociaron solidaria y dolosamente con una finalidad delictiva destinada principalmente a conseguir beneficios patrimoniales y económicos mediante el ataque a colectivos con pasajeros que viajaban a diferentes provincias de la Argentina. Por su parte, “el jefe de la banda”, se encargaba de la organización del plan criminal, convocando a los integrantes y valiéndose de sus conocimientos y contactos, distribuyendo las tareas que cada uno llevaría a cabo y la forma en que las realizarían para evitar ser descubiertos, participando en reiteradas oportunidades en las propias tareas de los miembros de la asociación.
Dentro de las funciones, uno de los sujetos, se encargaba de obtener información del horario de salida y destino, trayecto y cantidad de pasajeros que llevarían los colectivos, para luego proporcionársela a “el jefe”. Asimismo, este último, se comunicaba telefónicamente con una mujer, siendo ésta la que proporcionaba información y elementos de gendarmería, como ser uniformes completos, sin la correspondiente autorización legal para la tenencia y/o portación de los mismos y vehículos automotores, para luego enviarlos a la provincia de Santa Fe a fin de ser utilizados por el resto de los miembros, al momento de llevar a cabo el plan criminal. 
La mujer a su vez, colaboraba con el ocultamiento o destrucción de evidencias, y llegando a hacerse pasar por pasajera de los colectivos. La banda no sólo se limitaba a la planificación y perpetración de robos de colectivos interjurisdiccionales, sino también a delitos que afectaban la seguridad pública.