CDI Rayuela: Un pilar de apoyo y esperanza en Concepción

En el barrio más grande de Concepción, el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Rayuela ha asumido un papel crucial como espacio de contención, desarrollo y cuidado para niños y familias en situación de vulnerabilidad. Fundado en los años 90 por Sarita Guedo, con tan solo 15 años, y su madre, este centro surgió como respuesta a una época de grandes necesidades sociales, y hoy sigue marcando la diferencia con un enfoque integral y solidario.

La concejal Mercedes Benítez, quien ha acompañado y respaldado el trabajo del CDI durante años, destacó la importancia de este espacio en la comunidad: “El CDI Rayuela no solo entrega viandas a casi 300 familias diariamente, sino que también es un lugar donde se puede entender la realidad de nuestros vecinos. Durante la pandemia, cuando muchos se resguardaban en sus casas, nosotros estuvimos aquí, al lado de quienes más nos necesitaban”.

Benítez enfatizó además el valor de la empatía y la solidaridad como motores fundamentales de esta labor: “La empatía es ponerse en el lugar del otro, y la solidaridad permite que confraternicemos. Aunque lo que hacemos parezca poco, en conjunto representa mucho”.

Salud y educación al alcance de todos

Una de las iniciativas más destacadas del CDI Rayuela es la “Mesa de Salud de la Niñez”, un proyecto implementado en conjunto con el Hospital Regional Concepción, liderado por la doctora Lorena Arteaga Carrizo. Esta estrategia busca acercar servicios médicos esenciales a la comunidad, promoviendo el bienestar integral de los niños y sus familias.

Arteaga Carrizo explicó, “El hospital se traslada a la comunidad para atender a los más pequeños. Hoy realizamos controles pediátricos, revisiones de salud mental con la psicóloga infantil Mónica Cavanos, y educamos sobre prevención de enfermedades como el dengue y el golpe de calor. Nuestro objetivo es no solo curar, sino también educar y prevenir”.

El trabajo incluye además la atención de niños sanos y enfermos, medición de parámetros vitales y asesoramiento a las familias para que se conviertan en replicadoras de buenas prácticas de salud. Esta labor, según Arteaga Carrizo, es una forma de garantizar que los servicios del Estado estén realmente al alcance de quienes los necesitan.

Un refugio para la primera infancia

El CDI Rayuela también desempeña un papel crucial en la etapa inicial de vida de los niños, un período clave para su desarrollo. Actualmente, 42 niños asisten al centro de lunes a viernes, donde reciben desayuno, almuerzo, actividades recreativas y clases pedagógicas a cargo de un equipo de docentes y asistentes. “El objetivo es que los chicos crezcan en un entorno seguro, se desarrollen y estén preparados para ingresar al sistema educativo formal”, explicó Sarita Guedo, directora del CDI.

Además, Guedo señaló que el impacto de la crisis económica es evidente en el aumento de familias que solicitan asistencia. “Hoy atendemos a más de 300 personas, entre adultos y niños, quienes reciben viandas diarias. Sabemos que la situación es difícil, pero seguimos aquí, poniendo el lomo con un equipo de trabajo comprometido”, expresó.

Solidaridad en acción

El CDI Rayuela es un ejemplo vivo de cómo la colaboración entre instituciones, funcionarios y la comunidad puede transformar vidas. La concejal Benítez resumió el espíritu del centro: “Es momento de estar al lado de la gente, como lo dice nuestro gobernador Osvaldo Jaldo. Cada granito de arena cuenta, y juntos podemos construir un futuro mejor”.

Desde su creación, el CDI Rayuela ha sido un refugio para las familias más vulnerables de Concepción. Hoy, sigue siendo un faro de esperanza, demostrando que con empatía, diálogo y solidaridad, es posible enfrentar cualquier adversidad y construir una comunidad más fuerte y unida.