Una madre denuncia falta de respuestas ante la escalada de agresiones contra su hija en la escuela

María Rosa Zerrizuela expuso en Bajo la Lupa la situación que vive su hija, alumna de sexto grado de la Escuela Uladislao Frías. Según relató, la niña es víctima de agresiones y hostigamiento por parte de un grupo de cinco compañeras desde hace siete meses. La madre asegura que, pese a las reiteradas presentaciones ante directivos y docentes, no obtuvo respuestas concretas.

“Mi hija está atravesando un caso de bullying hace siete meses. Me comuniqué con los directivos, me dan la espalda, dicen que todo lleva un proceso, que el bullying tiene que ser visible. Se comunicaron, hay unos actos que labraron, minimizan las cosas, nada que ver con lo que yo conté sobre el tema de lo que comentaba mi hija”, expresó. También cuestionó que, aun siendo abanderadas, las alumnas señaladas continúen en esa condición sin que se tomen medidas.

Zerrizuela indicó que la menor se encuentra “afectada emocionalmente” y que fue atendida por una psicóloga, cuyo informe —según dijo— confirma el impacto que el hostigamiento le genera. “Ayer la encontré en un estado de pánico grave, que ella se quería morir. Esto ya no da para más”, manifestó.

Respecto del episodio más reciente, explicó que ocurrió en los baños del establecimiento: “Mi hija estaba en el baño, las chicas la hostigaban, la miraban por abajo… después tuvieron un enfrentamiento entre ellas, la otra chica la golpeó, le tiró de los pelos, la otra la agarró de los brazos. Yo venía previniendo para que no pasen casos mayores, pero acá los padres hacen oídos sordos”.

La madre también señaló demoras en la comunicación institucional. Aseguró que la escuela la notificó sobre lo sucedido cerca del horario de salida, pese a que el incidente había ocurrido mucho antes. Además, mencionó un audio en el que —según su denuncia— se escucharía a la directora y a una madre del establecimiento increpando verbalmente a la menor.

Consultada sobre si pudo dialogar con las familias de las alumnas involucradas, contó que habló con algunos padres y que incluso otras madres le manifestaron preocupación por situaciones similares dentro de la escuela. “No es el primer caso, hay varios casos que se tapan”, sostuvo.

La situación escaló aún más después de la entrevista brindada a Bajo la Lupa. Zerrizuela relató que, mientras se encontraba sentada frente a la institución, fue agredida por una conserje del establecimiento. “Salió la conserje, me agredió, me tiró de los pelos, molesta porque yo había expuesto todo en el Facebook. Me mordió el dedo, yo me defendí, me mordí la nariz y mi hija en ningún momento participó de la pelea. A mi hija le agarró un ataque de nervios, la psicóloga prácticamente la secuestraron, la llevaron a dirección”, afirmó.

Contó también que intentaron que firmara un acta, a lo que se negó. Luego, retiró a su hija y se dirigió a la comisaría para radicar una denuncia. Allí fue examinada por un médico forense. “Después de todo lo que pasó, la directora tuvo el tupé de acompañar a la agresora para que haga la denuncia. Me tendieron una cama”, señaló.

Zerrizuela cuestionó que, mientras a la presunta agresora se le habría brindado atención médica, su hija —según dice, víctima de agresiones reiteradas— no recibió el mismo acompañamiento. “Ayer golpearon un grupo de chicas a mi hija y ni la llevaron que el seguro la vea. A la otra la hicieron atender y mi hija, que es la víctima, no”, expresó.

La madre reiteró que continuará buscando respuestas institucionales y protección para su hija, quien ya no quiere asistir a clases. La situación vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de protocolos claros, actuación inmediata y contención efectiva ante episodios de violencia escolar.