
La bebida artesanal y sin gluten fue desarrollada por un grupo de productores locales, con el objetivo de impulsar el crecimiento del sector. El IDEP Tucumán intervino en la estrategia de vinculación para concretar la iniciativa
El fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar, luego de que se publicara una imagen que le tomó al entonces poderoso empresario Alfredo Yabrán.
Sociedad24 de enero de 2022El crimen de José Luis Cabezas marcó un antes y un después en mi vida y, sin duda, en mi carrera profesional. Cursaba primer año de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y no hacía mucho había ingresado a Radio Mitre como una principiante que prometía. Me sobraban ganas, me faltaba todo.
Con tal de cubrir la investigación garanticé lo que no sabía y logré ponerme al frente del caso. No quería perderme nada pero también ignoraba la dimensión del crimen político frente al cual estaba. Fue un año entero donde quedé suspendida en el tiempo, viviendo en otra ciudad e intentando armar las partes de un rompecabezas bañado en sangre y contaminado de intereses políticos.
No paraba de desfilar por mi mente la carita de Candela, la bebé de 6 meses igual a José Luis. Pinamar, en su época de pizza con champagne, la fiesta de Andreani, el auto blanco de la revista Noticias con el neumático tajeado y Cabezas, ya olfateando que le esperaba algo pesado.
El hallazgo de su cuerpo quemado fue macabro. Lo imaginé una y mil veces en el momento del tiro final y cuando le prendían fuego rociándolo con kerosene.
Media bota quemada
Fui a la cava de la ejecución, estuve en cada etapa de la reconstrucción del crimen y vi con espanto lo único que quedó de él: media bota quemada. Y también vi a Yabrán. Sí claro, Yabrán, caminando en traje de baño en las orillas de Pinamar e inmortalizado por una foto de Cabezas. La foto que marcó su destino fatal.
No fue un año, fueron más de tres donde mi vida estuvo íntimamente ligada a la investigación. Allí aprendí a leer expedientes judiciales, a dormir siempre con un ojo abierto porque las novedades y allanamientos se hacían de noche. Aprendí también a convivir con 25 periodistas en un mismo hotel y a estar siempre entre los primeros sin dejar de compartir información que podía afectar sus fuentes de trabajo.
También descubrí cómo leer entrelineas y detectar cuando me estaban operando o vendiendo carne podrida. Respiré periodismo como nunca, Entendí el horror que trae un país manejado por la impunidad. Durante la investigación pasó de todo. Los periodistas no teníamos mucha información y había que sacarla de donde no había. Eso sí, jamás debíamos pecar de ingenuos con merca podrida, como se dice en la jerga. Ya había pasado con la pista de Pepita la Pistolera y sus amigos, todos perejiles a quienes quisieron culpar del caso.
Estuve con Pepita en el puerto de Mar del Plata, con Redruello en Bahía Blanca, el comisario Fogelman en la quinta de Lezama, Prellezzo y los horneros en la cárcel. El juez Macchi en Dolores. Y también el perito psiquiatra Abásalo, ése que indicó que Gregorio Ríos tenía “fidelidad canina” con Alfredo Yabrán.
Estuve con todos los acusados y sospechados. A ellos los vi, les hablé y a algunos los entrevisté largamente. A todos los miré a los ojos y les sentí la respiración. Supe desconfiar y también seguir mi intuición.
Tras la etapa de la instrucción pedí en la radio especializarme en judiciales y quedarme a cargo del del caso por tiempo indefinido. Viví un año en la cuidad de Dolores, perdí un año de facultad pero aprendí a investigar un crimen político. Porque el fusilamiento de Cabezas fue uno de los que mas implicancias políticas tuvo en la década del 90.¿ Hay alguna duda de eso?
Casi toda la verdad
También aprendí que el periodista tiene que ser frío pero nunca debe perder la empatía. Por eso sentí como propio el dolor de una familia destrozada, porque así estaba su hermana Gladys, los papas Norma y José, su mujer, sus hijos, amigos y colegas. Lloré por él y su corta vida. Lloré por el ridículo hallazgo de la cámara de fotos con los stickers de sus hijos, en manos de un rabdomante con un palito de madera apuntando al agua.
Lloré también por la impunidad de quienes se creen dueños de una Argentina sin controles y normas claras. Porque así era Yabrán, si alguien lo molestaba, sólo bastaba un gesto para que los de abajo supieran lo q tenían que hacer. Y así son tantos otros que roban, lavan dinero o cometen cualquier tipo de delito mientras caminan tranquilos con la arena bajo sus pies, con la certeza de que “acá nunca va a pasar nada”. Y así parecía ser.
Pero nunca todo está perdido. Ni siquiera en el peor de los escenarios. Gracias a la insistencia de una sociedad cansada, a los nuevos “aires” políticos de la época y sin duda gracias al trabajo del periodismo, se llegó a la verdad. Bueno, casi toda la verdad.
Estoy convencida que hay muchas cosas que nunca llegaremos a saber. Cabezas no fue un caso más. Cabezas fue y es un emblema de hasta dónde puede llegar el periodismo independiente. Ese que no responde a ningún otro interés que el de informar con pruebas. Escribo para que ese periodismo nunca termine, porque de ser así, tampoco habrá garantías de democracia en un país donde alguna vez los limites van a existir y las cosas serán cómo deben ser.
De eso no tengo ninguna duda. No se olviden de Cabezas.
Esta columna es una versión ampliada del texto que Lorena Maciel publicó junto al Foro de Periodismo Argentino (Fopea): A 25 años del asesinato de Cabezas, 25 periodistas mantienen su recuerdo presente.
Fuente: TN
La bebida artesanal y sin gluten fue desarrollada por un grupo de productores locales, con el objetivo de impulsar el crecimiento del sector. El IDEP Tucumán intervino en la estrategia de vinculación para concretar la iniciativa
El espacio comunitario, que acompaña a más de 50 personas, recibió un anafe, ollas, sillas y elementos de bazar con recursos provenientes de reparaciones integrales gestionadas por el MPF.
Esta conmemoración, celebrada cada 26 de septiembre en Argentina visibiliza el uso del bastón verde para promover la empatía, la inclusión y el respeto hacia quienes enfrentan obstáculos por su visión reducida.
El secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Concepción y Aguilares, Adolfo Saracho, confirmó que los comercios permanecerán cerrados el lunes 29 por el traslado del Día del Empleado de Comercio, que se conmemora cada 26 de septiembre.
“La capacitación no es un trámite, es una herramienta para transformar vínculos y decisiones cotidianas”, dejaron entrever las organizadoras.
Una mujer de 37 años, identificada como Sofía Ponce, sufrió quemaduras tras una explosión en su vivienda ubicada en el Camino de Rocha, zona del barrio Los Vega, en Concepción.
Pese a que aseguran que la resolución del máximo tribunal no prohíbe la difusión de los resultados globales, los presentarán como solicitan para evitar rispideces
La propietaria de la casa, identificada como Ana Sofía Ponce había sufrido severas quemaduras y tras ser atendida en primera instancia en el Hospital Regional, fue derivada de urgencia a un centro asistencial de la capital provincial.
El espacio, el segundo en toda la provincia, está destinado a acompañar a las familias que atraviesan la pérdida de un recién nacido. El proyecto fue impulsado por el servicio de Neonatología con el apoyo de la dirección del hospital.
Personal de la Patrulla Motorizada aprehendió a un individuo que era buscado por la Justicia, durante un recorrido preventivo por el barrio 1° de Mayo 2.