El arzobispo de Tucumán presidió la misa en la catedral de Concepción

Monseñor Carlos Alberto Sánchez destacó la importancia de abrir el corazón al encuentro y a la paz, celebró el Jubileo de la Esperanza y resaltó el rol de María en la vida espiritual. Recordó la lluvia de la víspera como contraste con la jornada festiva, pidió a los dirigentes dejar de lado rencores y valoró el trabajo de la mesa de diálogo. También hizo un llamado a los periodistas para difundir buenas noticias, mencionó el ingreso de diez seminaristas en 2025 y concluyó impartiendo su bendición a la comunidad.

“Mirá la Inmaculada, mirá esa linda, ahí está nuestra Madre. Ella es la homenajeada hoy. Estamos felices de celebrar esta hermosa fiesta patronal de nuestra diócesis y de la Santísima Concepción”, expresó mientras saludaba a los fieles. También valoró que, a diferencia de la intensa lluvia del día anterior, “el Señor nos regala esta hermosa fiesta a través de nuestra Madre”.

Sánchez remarcó el sentido del Jubileo de la Esperanza, animando a no dejarse vencer por las dificultades. “Es importante que no nos dejemos robar la esperanza. Aún en la oscuridad más terrible, esa luz es la que nos levanta y nos ayuda a seguir caminando porque creemos que en ese final del camino está Jesús”, señaló.

El arzobispo subrayó el rol de María en la vida espiritual de los creyentes. “Jesús nos ha dado a su Madre como nuestra Madre. Ella lo acompañó desde Nazaret hasta la cruz y nos acompaña también a nosotros. No nos deja solos jamás”, afirmó, destacando el valor de las peregrinaciones y las manifestaciones de fe.

Durante la jornada, Sánchez destacó además a Concepción como centro de la devoción provincial. “Hoy Concepción es la capital de toda la provincia de Tucumán. Felicidades y a celebrar con gozo. Esta tarde va a estallar Concepción con la fiesta”, dijo.

Consultado sobre su presencia, explicó que esta es la primera vez que participa de un 8 de diciembre en la ciudad. “Siempre tenemos compromisos, pero esta vez despejamos la agenda. Anoche estuvimos hasta las cinco y media en La Reducción, confesando, celebrando la misa de cero horas, con tantos peregrinos bajo el agua pero firmes por amor a María”, relató.

Sánchez también dejó un mensaje dirigido a los dirigentes políticos que cada año se hacen presentes en la jornada. “Que se despojen de sus miserias, de sus enojos y sean verdaderamente honestos. Si vienen es porque hay apertura del corazón. El diálogo y el encuentro son fundamentales para buscar juntos el bien común de Tucumán”, afirmó.

En esa línea, recordó el trabajo de la mesa de diálogo en la diócesis. “Nos ayuda a plantear situaciones y bregar por el bien común. Las autoridades desde su lugar, la Iglesia desde el suyo, las familias desde el propio. Todos somos corresponsables”, señaló.

Como integrante de la Comisión de Medios de Comunicación del Episcopado, dejó un mensaje especial para los periodistas. “Sigan difundiendo buenas noticias y recreando los vínculos. La comunicación genera comunión. Compartir alegrías, tristezas, sufrimientos y proyectos nos hace una sociedad más fraterna”, afirmó.

Respecto a las vocaciones sacerdotales, destacó que en 2025 ingresaron diez seminaristas pertenecientes a las diócesis de Concepción, Tucumán y Santiago del Estero. “Para el año que viene la cosa viene linda. Hay jóvenes con entusiasmo en proceso de discernimiento. Sigamos rezando. El número exacto no lo tenemos porque están en camino, pero son entre doce y catorce”, explicó.

Finalmente, impartió una bendición a toda la comunidad. “Que el Señor los llene de su gracia, de su amor y de su paz bajo la ternura de nuestra Madre la Inmaculada Concepción. Viva nuestra Madre Inmaculada”, cerró.