Homenaje a Luis “Chicholo” Arréguez en el ingreso al club Huirapuca

Este miércoles se llevó a cabo el Acto de Imposición de Nombre y Descubrimiento de Placa en honor a Luis “Chicholo” Arréguez, en la intersección de calle Junín al 600, en cercanías del club Huirapuca. El homenaje se realizó en cumplimiento de la ordenanza municipal N° 1737 y reunió a autoridades, representantes de instituciones y vecinos de la ciudad, que acompañaron el reconocimiento a una figura muy querida en el ámbito deportivo y social de Concepción.

Durante el acto tomaron la palabra Tristán Molinuevo, amigo de Luis Arréguez, y el intendente Alejandro Molinuevo, quienes recordaron con afecto la figura de Chicholo.

“La verdad que para mí es un orgullo estar acá, en este descubrimiento de la placa en homenaje a un amigo. Compartimos muchas cosas, no solamente en el rugby, sino en la vida. Hemos hecho muchas cosas juntos y verlo acá, a su familia, a sus amigos de toda la vida también, me hace recordar más todavía. La verdad que nunca lo olvidaremos, Chicho siempre está en nuestros recuerdos”, expresó Molinuevo visiblemente conmovido.

“Además, ahora en la entrada del club que venimos muy seguido, comparto cosas con su papá Lucho. Es imposible no pensar en él. La verdad que uno a veces no tiene palabras para expresar tanto, pero está todo guardado acá adentro. Nuestro recuerdo es invulnerable”, agregó.

Molinuevo lo definió como “una gran persona, un gran amigo, un gran jugador de rugby”, y sostuvo que su memoria debe celebrarse desde la alegría: “Así se recuerda a las personas que ya no están: con sus mejores momentos, los que compartimos entre todas sus amistades, que están hoy acá también. Por eso, gracias por invitarme, y repito: un orgullo descubrir esta placa en homenaje a un amigo que va a vivir para siempre en nuestro recuerdo.”

 Luego fue el turno del intendente Alejandro Molinuevo, quien también fue amigo personal de Luis Arréguez. En sus palabras, hizo un repaso afectuoso y cercano sobre la vida y el legado de Chicholo.

“La verdad que es muy lindo estar acá, quiero tomarlo con alegría este día tan especial. Chicholo ha sido realmente un gran amigo de todos los que estamos acá, y realmente se merecía esto”, comenzó diciendo.

Molinuevo recordó que la ordenanza que estableció este homenaje fue dictada en 2016, cuando él integraba el Concejo Deliberante: “Hace poco, allá por 2016, el Concejo, del cual formaba parte, dictó esta ordenanza. Pero queríamos tener el lugar en condiciones, lindo, y hoy podemos hacer realidad este reconocimiento. Visibilizar a alguien que ha quedado grabado en la memoria y en los corazones de muchas personas.”

Con emoción, repasó distintos momentos compartidos con Chicholo: “Tenemos miles de anécdotas para contar con él, de él, siempre positivas, alegres, de viajes, de su casamiento… cuando entrenaba juveniles, cuando jugó en el seleccionado, cuando formó parte del Huirapuca campeón por primera vez en 1999.”

“Cosechó un montón de amigos porque era una persona generosa, abierta, siempre dispuesta a dar, como amigo y como entrenador. También tenía un bar donde nos invitaba siempre a compartir buenos momentos. Y con la mejor predisposición. Era así, de familia. Por eso quiero reconocer a la familia de él: a Lucho, a Cristina, a Soledad, a Laurita, su esposa, que está acá presente y que sabe más que nadie el gran corazón que tenía Chicho.”

Molinuevo destacó que Arréguez no era de muchas palabras, pero sí de acciones. “Inspiraba con pocas palabras. Fin de año era su cumpleaños y lo festejábamos como se debía. Llevaba como bandera la amistad y tenía en el corazón a Huirapuca. Siempre que uno lo invitaba a entrenar, decía que sí. Tenía amigos muy unidos, de esos que siguen estando, que lo recuerdan con cariño verdadero.”

Ya en el cierre de su mensaje, el intendente expresó: “Hemos sufrido mucho cuando estuvo mal, pero en ese tiempo se vio claramente cuánto lo querían. Hoy, más que llorar, tenemos que estar contentos. Este homenaje visibiliza a alguien que dejó muchísimo. Fue un hombre humilde, sincero, sencillo, que nos dejó un ejemplo. Y siempre que hablamos de él decimos: ‘tenemos que ser como Chicho’. Hacer más y hablar menos. Entrenar, ayudar, estar.”

Con un tono íntimo, concluyó: “Le mando un fuerte abrazo al cielo a Chicho. También a Cristina, su madre, que hoy no pudo estar. Gracias a todos por acompañar, a los amigos de toda la vida, a la familia, a las autoridades del club y a quienes empujaron para que esto hoy sea una realidad. Gracias, Chicholo, por todo lo que nos enseñaste y por todo lo que nos dejaste.”

Al finalizar el acto, dialogó con la prensa su padre, Luis Arréguez, “Agradecerle a la gente del club, a las actuales autoridades, a la municipalidad por haber puesto el reconocimiento en la memoria de mi hijo. Él tenía una pasión muy grande por Huirapuca y por sus amigos. Su vida era Huirapuca. Muy agradecido a todos. Muchas gracias.”